Referente de la pintura y de la escultura
El IHCI se convirtió en el exponente referencial de las disciplinas de la pintura y de la escultura, siendo una de las fuentes primigenias para historiadores del arte, galeristas, gestores culturales y para todos aquellos interesados en el quehacer plástico del país. Esta vinculación con los artistas -que cimentó Marianita Zepeda- fue la semilla para el coleccionismo del IHCI, obras que forman parte del patrimonio institucional por su historia, trascendencia y calidad ejecutoria. La permanente canalización de inquietudes plásticas, permitió a esta organización posicionarse como la decana de los salones de arte, bienales y exposiciones itinerantes a nivel nacional e internacional. El uso de los medios expresivos se convirtió en ese lenguaje fluido que conectó al IHCI con la comunidad, con los artistas –mayormente egresados de la Escuela Nacional de Bellas Artes-, los medios de comunicación, representaciones diplomáticas, coleccionistas y tantos otros que cultivan su espíritu con esa propuesta desafiante a los tiempos. Consagrar los esfuerzos institucionales a la celebración de dos bienales, permitió generar una necesidad en el público que acude expectante año con año a conocer el nombre del artista que deja atrás los pininos y se aventura en proyectos más trascendentales, sólidos, capaces de descifrar los nuevos códigos de la creación visual. Es así como Armando Lara, Bayardo Blandino, Santos Arzú Quioto, Ángel Reyes, Luis Ernesto Sánchez y Luis Arturo Alvarado logran destacar en los concursos de pintura de la década de los 90, convirtiéndose en una generación de talentos que trascendió más allá del territorio hondureño. Cabe destacar que dentro de este mismo lapso de tiempo, Obed Valladares, Jesús Zelaya, Blas Aguilar, Alex Galo, Adán Vallecillo, Fausto Tábora, Pastor Sabillón y Víctor López son los nombres que se alternan el dominio en la categoría de la escultura. Es tal el crecimiento de las bienales del IHCI, que se incorpora la figura de tres jurados extranjeros para llevar a cabo la selección de obras, intercambiar experiencias por medio de conversatorios, impartir talleres y estimular a las nuevas generaciones de artistas a investigar, con la finalidad de realizar obras más sólidas. Con la llegada del siglo XXI, nuevos talentos como Pilar Leciñena, artista de origen español, Leonardo González, Jorge Humberto Oliveros, Víctor Hugo Cruz, Adonay Navarro, Rubén Salgado, Marcio Arteaga, Orlando Roque y Óscar Hernández colocan sus nombres en la historia de este centro cultural.